SONREÍA EN SUS OJOS...
Sonreía en sus ojos, esmeraldas oscuras,
—Ondas verdes y trémulas bajo negro follaje
— El ensueño de un alma que persigue un miraje,
Un miraje en que flotan cosas blancas y puras.
Y de pronto a su vista se extendieron llanuras
Dilatadas y yermas. Y en el frío paisaje
—Mar sin olas—vio un ave de albo y terso plumaje,
Que moría mirando las etéreas alturas.
Y soñaba... Y sus ojos de esmeralda, a lo lejos,
A la luz de una estrella, de murientes reflejos,
Una barca veían por el viento impulsada.
Y siguió pensativa, la cabeza en las manos,
Con el alma errabunda por los mares lejanos,
Con los ojos hundidos en la sombra callada.
Ismael Enrique Arciniegas