IN MEMORIAM...
Tenía la tristeza del cielo en el otoño,
La tristeza de un rayo de luna sobre el mar;
Lo raro y misterioso que al corazón seduce,
Y de un ensueño casto la dulce vaguedad.
Su palidez hablaba de anhelos imposibles,
—Estrellas apagadas en un lejano azul—,
De anhelos imposibles en días de esperanza,
Cuando se habría al cielo, cual flor, su juventud.
Copo de nieve, copo que cruza las tinieblas,
Intacto, así la vida cruzó su corazón.
Selló un misterio siempre su alma. Y sólo un beso,
El beso del Ensueño, su labio conoció.
De sueños de pureza formó su virgen alma,
—Enamorada eterna de un místico ideal—
De sueños de pureza... cual ramo de albas flores,
Cual ramo que debía morir en un altar.
Ismael Enrique Arciniegas