ARMONÍA LUNAR
En la tranquila y recatada estancia,
De áureos brocados y de roja alfombra,
Un manojo de rosas su fragancia
Al aire daba, en la naciente sombra.
Suelto el rubio cabello, blanca y leve,
Apareció la virgen soñadora,
Y semejaba como airón de nieve
Besado por un rayo de la aurora,
En la penumbra medio oculto el piano,
Confidente de sueños, se veía,
Como aguardando conocida mano,
Mensajera del ritmo y la armonía.
...Y las notas vibraron. De la luna,
Que desceñía sus flotantes velos,
Un rayo entró a la estancia, como una
Indiscreta mirada de los cielos.
Ismael Enrique Arciniegas