EN UNA GOTA DE AGUA
Yo grabé tu figura
en una gota de agua.
Eché la gota de agua
en un pequeño arroyo,
el arroyo corriendo
fue a morir en un río,
el río fue a la mar.
Después te fui a buscar
y te hallé dividida:
tus cabellos quedaron
en el fondo del río;
tus brazos me llamaban
hechos ramas de un árbol;
tus piernas adornaron
un cuerpo de sirena
que quiso ser mujer;
de tu tronco nacieron
algas y caracoles;
en una madreperla
hallé tus ojos garzos;
¿tu ingrato corazón?
un pecesito de oro
se alimentó con él.
(Hoy es rey en el mar
por tan feliz hazaña).
Como extraño tus besos
—a la vez miel y sal—
bebo el agua del río,
bebo el agua del mar.
Homero Icaza Sánchez