En su oscuridad la que ama no es oscura
tiene delante de sus ojos la palabra
para nombrar lo santo
la alegría mueve sus miembros
abreva en su corazón y su corazón bebe de ella
adentro de su carne la carne es una sola
la raíz y el fruto son un botón radiante
que el alba enciende en su mano
luz de otro mar sobre lo oscuro la recuerda
graba adentro de ella la forma de sus miembros
talla en la roca su figura con su oreja y su ojo
ve la luz del día que viene sobre sus hombros
y a través de su pelo
Homero Aridjis