LOS OJOS DESDOBLADOS
Todo lo abrazarás tú,
rostro invisible y presente,
en ti claudicarán
los últimos promontorios
de la esperanza humana.
Recibirás en tu cuerpo
el peso del universo,
porque lo que está
es semilla desgranada de tus campos.
Tu hambre, infinita como tu fertilidad,
segará las espigas de ti misma,
porque nada de lo que existe te es ajeno.
No podrás juzgar a los que llegan,
sabes que el juicio y la absolución
penden de ellos
como el dolor y el placer,
y dividirlos
rompería tu medida.
No esperas nada, todo lo tienes tú.
Homero Aridjis