HOMBRE ESPACIAL
A Octavio Novaro
Estuve alguna vez en esas zonas
de astrofísico ardor. Mi anatomía
conserva la abismal analogía
de la noche bramando en mis neuronas.
iOh espacio que no sufres ni perdonas:
en los hombros aguanto tu agonía,
y enluce mi enlutada simetría
el triunfo de tus pálidas coronas!
Y si no estuve y desde allá no vengo,
¿por qué en mi angustia racional sostengo
esta confrontación, este alarido
de la furia infernal con que me incitas,
lanzándome por órbitas malditas
cual un planeta en el horror perdido?
Germán Pardo García