ENTRE LA ESPADA Y LA PARED
20 de agosto
Entre la espada y la pared no había
aire para vivir. Partí la espada
y escribí en la pared descascarada
cosas que el pueblo a la pared confía.
Organicé mi propia dinastía
a un orden vegetal subordinada,
y a la columna apenas barnizada
le encontré su celeste geometría.
Puse a cuajar almácigas humildes.
Decoré mis vasijas con las tildes
que el colibrí por los ramajes mueve.
Vi a las espumas enlutar los ríos,
macerarse la luz y en los estíos
soltar sus crías el turpial de nieve.
Germán Pardo García