VENCEDORA
¡Cuando el átomo incendie nuestros huesos
con llamas de solar temperatura,
los rastros de la horrible quemadura
sobre la Tierra quedarán impresos!
Mas detrás de los gérmenes opresos
por la térmica luz, una criatura
surgirá de la muerte en la llanura
y con sus tenues músculos ilesos
reanudará el trabajo a que la obliga
su instinto de inaudible constructora.
Y ya sin la impiedad que nos castiga,
de un nuevo mundo la clemente aurora
verá que firme ante el Dolor, la hormiga
fue del átomo cruel la vencedora!
Germán Pardo García