MUJER Y RUISEÑOR
¡Mujer de los sinfónicos veranos,
tez de aluvión y cintilar de arena!
¡Por los sueños hondura de colmena,
y un líquido turpial entre las manos!
¡Memórame en tus rojos meridianos!
¡En el rumor de la nocturna vena,
y en el sonar de un cálamo de avena
entre unos girasoles inhumanos!
¡Indúltame, mujer tornasolada
cual desnuda serpiente sin veneno
y a un laurel corporal entrelazada!
¡Y escúchame cantar en un terreno
donde expira mi lengua bifurcada
de hombre silbante y ruiseñor de trueno!
Germán Pardo García