DE TIERRA Y CIELO
II
Y escúchome sufrir himno y herida;
descubro la inquietante cuarteadura
de esa extraña pared, y prematura
soledad en el agua y la comida.
Y pregunto al Dolor: ¿Y esto es la vida?
¿Tan pronto así la tierra se apresura
a devorar con agria mordedura
lo que el alma defiende estremecida?
Y tiemblo ante el minúsculo gusano
que en este instante, en el jardín cercano
se apodera de un lirio y lo atardece.
De esa bestia voraz mi angustia brota,
pues su mínima fuerza me derrota
y él sabe que mi ser le pertenece.
Germán Pardo García