ÁNGELES DE LAS PARVAS
Diciembre activo en las recientes eras
su nuevo gluten leudador vertía.
En los cuerpos salud y valentía.
Calor en las gramíneas forrajeras.
Mi padre, un semental de las praderas,
¡ya vienen los arcángeles!, decía.
¡Los arcángeles vienen! Y sentía
sus alas triguecer por las laderas.
¡Cribad esas espigas y sus granos
verted en las arrugas de mis manos!
¡Ángeles del pradal, venid en coro!
Y descendían insolando el viento,
y en las barbas de ese hombre corpulento
esparcían los gránulos de oro.
Germán Pardo García