ÁNGELES AL CAMPANARIO
Al pie de la montaña el pueblo mío.
Ni orgullo ni pasión. Cosa tierrera.
Desde arriba la madre cordillera
acunando al lactante caserío.
Y él cereal y esquivador del frío.
Lo vuelvo a recordar: cosa pobrera.
¡Pero cuánta hermosura semillera
y en los largos kilómetros del río!
Y los mismos arcángeles a diario
sobre el mismo silbante campanario.
Tierras de pan llevar. Higos y lana.
Cosmógrafo rural yo así lo muestro.
Desde él voló mi espíritu ya diestro,
cual un alcaraván por la mañana.
Germán Pardo García