ESPÍRITU DE KEATS
La belleza es Verdad. En su escritura
lo canta arrobador doncel, divino
como la luz, que al pie del Aventino
los jardines de Italia transfigura.
Toqué su adolescente sepultura.
Le oí su eternidad y al levantino
sol que doraba el mármol travertino,
medí la soledad de su estatura.
La Belleza es Verdad. Y eras tú mismo
la Hermosura que duele y que sufriste,
cual laguna de angélico espejismo
de cuyas frondas verticales viste
volar sobre tu frágil heroísmo,
la cruz de un ruiseñor célibe y triste.
Germán Pardo García