SEXOS EN LUCHA
Huele la sombra a sexo que reclama
ser derribado en tierra y sometido.
Huele a semen de toros y a podrido
sudor febril de orangután en brama.
Todo trasciende a ebullición que inflama,
y a orgasmo y a genésico alarido
de un hombre glandular, que enardecido
sus espermas purísimos derrama.
Nocturno fuego violador me ciega.
Y cuando se hunde y a mi sangre llega
con su devastación germinativa,
cual un pulpo sexual tiendo mi lazo,
sin saber si es un hombre lo que embrazo,
o una mujer desnuda y corrosiva.
Germán Pardo García