PINOS DEL CANTO
Lentamente la música desvía
sus himnos de mi voz, y es una honda
melancolía oír que me responda
negándome. ¡Una gran melancolía!
En lo profundo de la estrellería
soles heridos alcanzó mi sonda,
y entre la oscuridad mi última ronda
reduce a un ruido su vocinglería.
Pero allá, donde el sueño, en la menguante
de mis mundos está colonizando
con su vidrio lunar tierra secante,
hay todavía músculos sembrando
los pinos de mi sueño columpiante,
y aves endecasílabas cantando.
Germán Pardo García