MEMORIA DE MI MADRE
Cuando murió mi madre yo tenía
la corta edad de un símbolo alfarero.
Era el rudimental barro primero
sin la virtud de su albañilería.
Quedó el vaso inconcluso. Está vacía
su cerámica tosca, y lastimero
testimonio señala el instantero,
ahí en la mesa descarnada y fría.
Las gramíneas recuérdanla tan leve
cual su corporeidad de harina y nieve.
Asimismo la evocan las legumbres.
Yo ni siquiera la recuerdo y callo.
Mas al callar para encontrarla, la hallo
con la misma grandeza de las cumbres.
Germán Pardo García