LLUVIAS OBRERAS
Llovió toda la noche. Un solo río
diluvial descendió por la ladera,
inundó la valiente sementera
y las calles del bajo caserío.
Llovió toda la noche y fue un gentío
de acuático tumulto que invadiera
verde plaza fabril en la que hubiera
reclamo de alimento y vocerío.
Lluvias obreras hondas, desatadas,
con manos insurgentes y miradas
clamorosas y furia enaltecida.
Llovió toda la noche. Lluvia intensa,
con su fragor de multitud inmensa
agolpándose en nombre de la Vida.
Germán Pardo García