A LA PRESENCIA DEL SER
He de tornar al Ser súbitamente,
como estrella un instante separada
de su constelación, y limpiamente
a su órbita de luz incorporada.
Todas las noches salgo ansiosamente
por ver si le descubre la mirada,
y cada noche el corazón le siente
más próximo, en la sombra iluminada.
Subiré por las diáfanas escalas
de los espacios, convertido en alas
deslumbradoras como vivo tul,
y le hallaré en los últimos caminos
que se abren a los tránsitos divinos,
en el cielo infinitamente azul.
Germán Pardo García