¡CARTAGENA!
¡Ay! cuando un pueblo rompe la valla,
y con instinto ciego y brutal
incendia y tala, mata y blasfema
y en sangre anega su libertad,
la turbulencia que engendra monstruos
crea el tirano providencial;
que también tiene como las fieras,
sus domadores la humanidad.
10 de agosto de 1873.
Gaspar Núñez de Arce