SONETO
AMANTE FELIZ AL TIEMPO DE AUSENTARSE
Clara noche en que vi confusamente
mezclarse mi desdicha y mi ventura,
noche de amor y noche de amargura
siempre en mis ojos estarás presente.
Veré continuar el oro refulgente
que de orla sirve a la celeste altura,
el vivo resplandor la nieve pura,
la dulce majestad y el fuego ardiente.
Veré la copa del placer unida
al vaso del dolor y en un instante
empezar y acabar mi triste vida,
mas no veré sereno mi semblante
hasta serme otra noche concedida
de tanto gusto pero más constante.
Gaspar María de la Nava Álvarez, Conde de Noroña