SONETO
Quien libre está, no viva descuidado,
que en un instante puede estar cautivo,
y el corazón helado y más esquivo
tema de estar en llamas abrasado.
Con la alma del soberbio y elevado
tan áspero es Amor y vengativo,
que quien si él presume de estar vivo,
por él con muerte queda atormentado.
Amor, que a ser cautivo me condenas,
Amor, que enciendes fuegos tan mortales,
tú que mi vida afliges y maltratas:
maldigo desde ahora tus cadenas,
tus llamas y tus flechas, con las cuales
me prendes, me consumes, y me matas.
Gaspar Gil Polo