A DIOS.
CÁNTICO DE GRATITUD
Tú, que huellas
Las estrellas
Y tu sombra muestras en el sol;
Cuando brilla
Sin mancilla
¡Entre nácar y oro y arrebol!
¡Tú, que enfrenas
Con arenas
Las potentes olas de la mar,
Dando al viento
Son violento
Al hacerlo a tu placer volar!
¡Tú, que doras
Las auroras
Y las ornas con tan gran primor
Dando al ave
Voz suave
Con que cante su primer albor!
¡Tú que hiciste
Grave y triste
De las noches la solemne faz,
Y en los sueños
Sus beleños
Haces viertan lisonjera paz!
¡Ser inmenso,
Que el incienso
De natura miras en tu altar!
¡Tú a quien aman
Y proclaman
Sol y cielo, viento, tierra y mar!
De mi lira
Que hoy suspira
Dulces ecos de placer y amor,
¡Yo te pido
Que el sonido
Grata acoja tu bondad, señor!
Hora aliento
Y ardimiento
A mi pecho tu favor le da,
Y en ti alcanza
Mi esperanza
Nuevas alas que desplega ya.
Así al prado
Ya agostado
Fresca lluvia mandas bienhechor,
Y restauras
Con las auras
Leves hojas de marchita flor.
¡Que bendito,
¡Oh infinito!
Siempre sea tu feliz poder!
¡Y a tu nombre
Rinda el hombre
Culto eterno de verdad do quier!
Marzo de 1846
Gertrudis Gómez de Avellaneda