POETA
Y yo —que en mi pecho lo guardo esculpido—
te ruego permitas, duquesa gentil,
que en tonos de mi arpa dirija a tu oído
aquese concierto que escucho feliz.
Me asocio a la noche, los astros, las flores,
las nubes, las aves, los silfos y el mar...
¡Recibe en los suyos mis pobres olores
y cien tiernos votos de fiel amistad!
Gertrudis Gómez de Avellaneda