SONETO IMITANDO UNA ODA DE SAFO
¡Feliz quién junto a ti por ti suspira,
Quién oye el eco de tu voz sonora,
Quién el halago de tu risa adora,
Y el blando aroma de tu aliento aspira!
Ventura tanta, que envidioso admira
El querubín que en el Empíreo mora,
El alma turba, al corazón devora,
Y el torpe acento, al expresarla, expira.
Ante mis ojos desaparece el mundo,
Y por mis venas circular ligero
El fuego siento del amor profundo.
Trémula, en vano resistirte quiero...
De ardiente llanto mi mejilla inundo...
¡Delirio, gozo, te bendigo y muero! 1
Julio de 1842
Gertrudis Gómez de Avellaneda
1 Otras versiones traen en este verso "Peligro" por "Delirio".