A POLONIA.
TRADUCCIÓN LIBRE DE V. HUGO.
Sola al pie de la torre donde la voz tonante
Resuena pavorosa de tu señor fatal,
Cuya siniestra sombra parece por instante
Designarse en la piedra del silencioso umbral;
Pronta al ver al esposo trocado en asesino.1
Pálida, y hasta el suelo doblada la cerviz,
Vencida, encadenada, te ofreces al destino,
Bella y triste Polonia, por víctima infeliz.
A falta de tus hijos, miro tus manos puras
El crucifijo santo con fervor estrechar...
¡Mancharon los Basquiros tus regias vestiduras,
Y en ellas sus sandalias grabaron al pasar.
Resuenan a intervalos palabras de amenaza,
Y de torpes pisadas escúchase el rumor;2
Y un sable allá reluce, y un hierro que te enlaza
Al muro por do corre tu llanto de dolor.
¡Polonia sin ventura! los brazos descarnados
Y la abatida frente te miro levantar,
Y los llorosos ojos, hundidos y empañados,
Hacia la Francia tornas con tímido mirar.
Un grito de tu pecho tristísimo desprendes,
—«¡Oh Francia, hermana mía!» —te escucho repetir;
Ansiosa tus miradas por el cammo tiendes,
Y esperas; ¡ay, y esperas....! ¡¡y a nadie ves venir!!
1840
Gertrudis Gómez de Avellaneda
En la versión de Poesías de la excelentísima señora... (1850) trae otra versión datada en Enero de 1841, en que
se modifican estos versos:
1
Pronta a ver al esposo trocarse en asesino.
2 Y de torpes pisadas escúchase rumor;