A UNA MARIPOSA
Fugaz mariposa,
Que de oro y zafir
Las alas despliegas,
Gozosa y feliz.
¡Cuál siguen mis ojos
Tu vuelo gentil,
Cuando reina te alzas
Del bello jardín!
Si le dan riquezas
La aurora y abril
—De albores y aromas—
Todo es para ti.
Te rinde la dalia
Su vario matiz;
Su altiva hermosura
Te presenta el lis.
Perfumes la viola
—Que evita el lucir—
Te manda en las alas
Del aura sutil.
Ya libas el lirio,
Ya el fresco alhelí,
Ya trémula besas
El blanco jazmín.
¡Mas, ¡ay!, cuán en vano
Mil flores y mil
Por fijar se afanan
Tu vuelo sin fin!...
¡Ay!, que ya te lleva
Tu audaz frenesí,
Do ostenta la rosa
Su puro carmín.
¡Temeraria, tente!
¿Do vas, infeliz?...
¿No ves las espinas
Punzantes salir?
¡Torna a tu violeta!
¡Torna a tu alhelí!
No quieras ¡incauta!
Clavada morir.
Gertrudis Gómez de Avellaneda