DOÑA LOBA DETRÁS DE LA ESCOBA
Estaba doña Loba
barriendo con su escoba
la puerta de su guarida,
y llegó la vecina herida
por culpa de un cazador,
en la pata con un balazo;
doña Loba la curó.
Salieron cinco lobitos,
los hijos de doña Loba,
que dormían calentitos
detrás de la escoba.
Un lobito trae la venda,
otro trae el algodón,
otro agua oxigenada,
otro frasquito de alcohol,
y el más pequeño no traía nada,
lloraba, lloraba, lloraba.
Ya vendada sin la bala,
doña Loba le dio friegas
en la pata, y soba que soba,
la loba curó a la loba.
NOTA:
Los lobos se quieren
como hermanos y no
hacen guerras como
los humanos.
Gloria Fuertes