NIÑO CON GANGLIOS
Tenía en sus hombros dos alas de nervios,
tenía a su padre ahí en el Dueso.
Tosía y dormía debajo del hueco
tenía tres bultos debajo del codo
debajo del cuerpo tenía un arpa
y todo él era un vidrio dormido,
dolía tocarle su cara de pito;
las moscas picaban sus pies planos.
La fiebre cantaba encima del cirio
el médico dijo: No está para nada.
Danzaban los peces debajo del alba
y cuatro vecinas soplaban la lumbre.
El niño con glanglios tosió en la cazuela.
Gloria Fuertes