BARRIO DE PESCADORES
Alba lila. Arponeros zarpan rumbo al levante
en sus largas barquetas. La ensenada se angosta
en la sutil penumbra. Hila el terral. Saltante
deja el agua azulencos húmedos en la costa.
A correr los cangrejos o a bañarse en rosario,
llegan los chicos. Risas. Su voz de aguda tilde
alegra como un toque de misa al vecindario,
donde ya se alza el humo oloroso y humilde.
Geométrico el pelícano, con su vuelo a la capa
augura un tiempo claro. Sobre este mar de mapa
parece escrito: Esmirna, Chipre, Rodas, Argel.
Se siente el fuerte aroma de las marismas muertas,
de las retamas ásperas. Asoman a las puertas
madrugadores viejos componiendo la red.
Gregorio Castañeda Aragón