REQUIESCAT DEL MARINO
Marino, una noche
te vi sepultar
en el lóbrego y claro
sepulcro del mar.
¡Requiescat, marino
por siempre jamás!
Cuatro olas bullentes
tu caja de luz.
Algas y madréporas
jardín de tu cruz.
¡Requiescat, marino,
entre azul y azul!
Mortaja la bruma,
la estrella cirial.
Responso la sorda
voz del vendaval.
Requiescat, marino,
requiescat en paz.
Gregorio Castañeda Aragón