XXII
Aunque de Europa el robador divino
siente el desdén, a Europa disculpaba;
queriendo ser vencida, peleaba,
que hay defensas que muestran el camino.
Del rencor femenil es tan vecino
el gusto que en el gusto siempre acaba.
No quiere ser esquiva la más brava;
esquiva quiere parecer, Licino.
Si Filida te escucha y te responde,
aunque de amor se te figure exenta,
con blandos ruegos su dureza excita.
Gobiérnete su pecho en lo que esconde,
porque no es no pecar lo que ella intenta:
pecar, mas con disculpa solicita.
Gabriel Bocángel