A ROGELIO BUENDÍA MANZANO
POETA JOVEN IV
No volveré a gozar en tu mirada
la luz del Paraíso, ni el fragante
reposo de tu seno palpitante
servirá a mis cansancios de almohada,
que un ángel silencioso, con su espada
de fuego, en los umbrales vigilante,
guarda la estrecha puerta de diamante
de mi perdido Edén única entrada.
Jamás mi alma renacer espera
en la paz de tu eterna Primavera.
Para siempre tus rosas he perdido...
¡Oh Paraíso de mi amor postrero,
cuya entrada defiende con su acero
el ángel silencioso del Olvido!
Francisco Villaespesa
Incluido en Francisco Villaespesa. Poesías completas. Tomos I y II. Madrid. Editorial Aguilar. Colección Joyas. 1954.