CANCIÓN DEL RECUERDO
XI
Visión que cruzas por mis sueños, dime:
¿qué profundas tristezas te devoran?
¿Por qué tus ojos, si me miran, lloran?
¿Por qué tu labio, si me nombra, gime?
Sólo tus manos pálidas e inciertas
las antiguas ternuras conservaron,
y, cual vivas, ayer, me acariciaron,
vienen ahora a acariciarme muertas.
Descorren las cortinas de mi lecho;
penetran, sin dolor, hasta mi pecho,
a acariciar mi corazón herido...
Su caricia es tan tímida y suave,
cual si viniesen a curar un ave
que herida llega a desangrarse al nido.
Francisco Villaespesa
Incluido en Francisco Villaespesa. Poesías completas. Tomos I y II. Madrid. Editorial Aguilar. Colección Joyas. 1954.