CANCIÓN DEL RECUERDO
VI
—¿Eres tú el Justo que a los justos premia?
—clamó mi labio, y de dolor maldijo,
y ante la sorda voz de mi blasfemia
palideció la faz del Crucifijo.
Cegó mis ojos un raudal de llanto...
Quise luchar aún contra la suerte,
¡y sentí entre mis brazos, con espanto,
crujir el esqueleto de la Muerte!
—¡Nadie la toque!—dije. Y abrazado
como loco a su cuerpo inanimado,
intenté con mis besos darle vida.
—¡Despierta—le grité—, mi amor despierta!
¡Y era mi voz tan honda y dolorida,
que vi llorar los ojos de la muerta!
Francisco Villaespesa
Incluido en Francisco Villaespesa. Poesías completas. Tomos I y II. Madrid. Editorial Aguilar. Colección Joyas. 1954.