LA HERMANA
En tierra lejana
tengo yo una hermana.
Siempre en primavera
mi llegada espera
tras de la ventana.
Y a la golondrina
que en sus rejas trina
dice con dulzura:
—¡Por aquella espina
que arrancaste a Cristo,
dime si le has visto
cruzar la llanura!
¡El ave su queja
lanza temerosa,
y en la tarde rosa,
bajo el sol se aleja!
Desde su ventana,
mi pálida hermana
pregunta al viajero
que camina triste:
—¡Por tu amor primero,
dime si le viste
por ese sendero!
¡Pero el pasajero
su calvario sube,
y se aleja lento,
dejando una nube
de polvo en el viento!
Desde su ventana
a la luna grita
mi pálida hermana:
—¡Por la faz bendita
del Crucificado,
dime en qué sendero
tu rayo postrero
su paso ha alumbrado!
¡La luna la vaga
llanura ilumina,
trémula declina,
y en el mar se apaga!
Acaso yo, errante,
pasé vacilante
baja tu ventana,
y sin conocerme,
mi pálida hermana,
preguntes al verme
venir tan lejano:
—Dime, peregrino:
¿has visto a mi hermano
por ese camino?
Francisco Villaespesa
Incluido en Francisco Villaespesa. Poesías completas. Tomos I y II. Madrid. Editorial Aguilar. Colección Joyas. 1954.