BALADA
Llamaron quedo, muy quedo
a las puertas de la casa.
—¿Será algún sueño? —le dije—
que viene a alegrar tu alma?
—¡Quizás! Contestó riendo.
Su risa y su voz soñaban.
Volvieron a llamar quedo
a las puertas de la casa...
—¿Será el amor? —grité pálido,
llenos los ojos de lágrimas...
—Acaso —dijo mirándome...
Su voz de pasión temblaba...
Llamaron quedo, muy quedo
a las puertas de la casa...
—¿Será la muerte? —yo dije.
Ella no me dijo nada...
Y se quedó inmóvil, rígida,
sobre la blanca almohada,
las manos como la cera
y las mejillas muy pálidas.
Francisco Villaespesa
Incluido en Francisco Villaespesa. Poesías completas. Tomos I y II. Madrid. Editorial Aguilar. Colección Joyas. 1954.