EL CABALLO ANDALUZ
I
A Miguel de Unamuno
Curvado el cuello y la cerviz erguida,
larga la cola y con la crin rizada;
ancho de pechos, y la estremecida
cabeza temblorosa y descarnada.
Vivaz la oreja y la nariz violenta;
ojos con vaguedades de crepúsculos,
y tan fina la piel que transparenta
la nerviosa impaciencia de los músculos.
Lejos de la yeguada, en la maleza,
en un largo relincho estremecido,
fluctuante la crin, galopa solo...
Digno por su arrogancia y su belleza
de tener alas para ser uncido
en la cuádriga del divino Apolo.
Francisco Villaespesa
Incluido en Francisco Villaespesa. Poesías completas. Tomos I y II. Madrid. Editorial Aguilar. Colección Joyas. 1954.