NUEVOS SONETOS MARIANOS
II
Una paloma tengo, que corusca
en mis insomnes noches, que se sueña
el ave, Ave María, que te preña.
Una paloma tengo, que me ofusca
la vida y los sentidos, ciega y brusca.
Una paloma tengo, que se empeña
en tener palomar, en una dueña.
Una paloma tengo, que te busca.
Cuídate de sus alas, de su canto.
Si no la quieres bien, no la provoques
que esta paloma —cuídate— te encuentra.
Si has de quererla mal, no la ames tanto,
no la llames ya más, ya no la toques,
que si ve el cielo abierto, vuela y entra.
Fernando del Paso