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MI VIDA COMO

Padre, madre, amigas, hombres que dormís conmigo
a saber cuántas noches, que me despertáis
porque os habéis despertado: esto es el fuego.

Esta es la manera en la que una mujer dice:

esta es la manera en la que el dedo índice de una mujer choca
contra su nuca —fijáos en el discreto posesivo,
fijáos en cómo calla la nuca de quién—, en que la piel
raspa la piel —fijáos— y entonces prende. Esto
es el fuego; esta es la forma en la que arde una mujer.

Si yo tuviera un hijo de cada uno de vosotros
–padre, madre, amigas, hombres que dormís conmigo
y cuyos cuerpos tanteo porque preferís con la luz apagada,
para no tropezarme; cuerpos con los que he dormido
a saber cuántas noches, pero de los que desconozco
lunares y otras marcas con las que vuestras madres
tampoco os reconocerían tras arder— si yo tuviera un hijo nacería
con una brújula dentro del estómago.

Cuerpos desde/hacia, sabed todos vosotros:
me he convertido en árbol. Estoy ardiendo, mirad:
estoy ardiendo, padre, madre, amigas,
hombres que dormís conmigo, todos aquellos que os interesáis
por el rumbo de mi vida y mi trabajo y mi escritura,

mirad como el calor

se extiende piel arriba, miradme arder así —esto es el
fuego—, mirad la piel oscura como el hombre al que amé una noche
justo al contrario del hombre de la noche siguiente y
sin embargo no sé qué diferencia entre los cuerpos
—me he convertido en piedra—
uno junto a otro junto a otro
            no sé qué
            vuestros cuerpos
            no lo sé
                    mirad
miradlo todos:
me he convertido en llama.

Padre, madre, amigas, puede que algunos hombres
que no dormís conmigo, os miento: os miento sobre los golpes de mi piel,
escondo bajo la ropa lo que hago, me corto el pelo cuando
aspiro a que mi vida cambie, ya no escribo, ya no escribo, ya no
sé qué contar. De esta manera una mujer aprende por sí misma
qué es el fuego,
de esta manera una mujer prende arde poco a poco la llama piel
segunda arde arde está quemándose
—se ha convertido en llama el cuerpo—
de esta manera prende habla el calor de esta manera se
consume arde una mujer la llama
arde arde arde
se consume
desaparece
ya.

autógrafo

Elena Medel


«La caída del Imperio Romano» (2003-2010)

alemán / German Übersetzung van Swantje Goebel, Michael Lorper, Hubert Pöppel, Patricia Schneider und Sieglinde Sporrer

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