FAMILIA
Familia, me declaro culpable, tú
La culpa me empuja a la culpa,
ahora la absolucion misma sería su levadura.
En esta maleta cabe todo el fango del mundo y de sus alrededores,
cualquiera pequeña historia soez,
la idea del pecado original y eso
de ser capado a uña y sin dolor
entre misterios idiotas
lo que es el colmo de la humillación
El sueño, nada de interpretaciones
digo que allí ensayamos, pero groseramente,
el mal del que somos a la luz del día
un juego de sombras contagiosas
No viajo, huyo, mis propios sueños no me dejan dormir
quejándome del insomnio de la vejez tan prematuramente
todo para ocultarle la verdad a mis acreedores
gente sencilla,
que mi negocio es más sucio de lo que parece:
no engaño, atormento. No me mueve el interés personal
sino el afán de la bancarrota,
la obsesión de la quiebra, en una palabra el miedo
por el que empieza la barbarie.
Enrique Lihn