¿POR QUÉ HUYEN TODAS LAS ISLAS?
VI
(Las islas malditas)
No logran acercarse. Tan sólo un agua turbia
lacera sus costados de piedra inconmovible,
su contorno granítico que ninguna semilla
desvirga con su semen.
—Hendir olas, ceder al brazo poderoso
de una fuerza invisible que las vence y transmuta.
¡Anhelo que no cala porque la maldición subsiste para siempre!
Ernestina de Champourcín