¿POR QUÉ HUYEN TODAS LAS ISLAS?
III
¿Era isla volante o sordo cataclismo
que apenas percibieron las puntas de unas flechas
audazmente sensibles?
¿Aislada isla nueva ebria de sí misma
o atolón arrugado de viejas tempestades?
Y las islas huyendo nos dejan solitarios
sin soledad posible.
Donde todo es compacto no hay más que multitudes.
Lo bellamente solo nos deja para siempre.
Ernestina de Champourcín