LECCIÓN DE PAZ
Pon en tu boca,
niño,
el sol,
una sonrisa de tu madre
y el amor.
Conocerás
el sabor de la paz.
Pon en tu oído,
niño,
una estrella,
el vuelo de la golondrina
y una flor.
Escucharás
la poesía de la paz.
Pon en tu mano,
niño,
una espiga,
la puerta abierta de una escuela
y un nido.
Palparás
el cuerpo vivo de la paz.
Pon en tu corazón,
niño,
una ronda de mariposas,
la esperanza de la vida
y un manojo de rosas.
Y sabrás
por qué hay que amar la paz.
Eduardo Castillo