LA CITA
Pinar arriba,
pinar abajo,
la nube, el pinar, el viento,
la tarde y yo, te esperamos.
¡Cómo tardas!
Tú siempre ofreces tempranos
y siempre pagas con tardes.
Me van a crecer los pinos esperándote.
La próxima vez,
ya sé a qué atenerme;
te voy a hacer esperar
una hora, sola, sola,
para que sepas entonces
cuántos pinos tiene una hora.
Ya se fastidió la nube;
se está lloviendo por dentro.
Eres mala;
a una nube de agua dulce
volverla de agua salada.
La próxima vez,
esperaré a que llueva a chorros;
ya te contará: la nube
cómo esperamos nosotros
y nunca sabrás si el agua que te pasó por los labios
te la lloraron las nubes
o te la llovieron los ojos.
Andrés Eloy Blanco