LA FLECHA 1
Yacente Guaicaipuro, sin sangre ya la mano,
roto el arco que el tiro midió con la centella,
buscando a blancos torvos libérrima querella,
al viento fue la flecha del indio americano.
Y el viento diole ahora la inexorable huella
que la tendió al encuentro del cazador germano
y ardida al sol del Indio y al sol Republicano,
quedó sobre la cuerda del Arco de la Estrella.
«Allí, junto a los huesos del Soldado sin Nombre,
resplandeció en el dardo la eternidad del hombre
que a Miranda sin tumba da la tumba sin gente;
»y encorva, encorva y cierra la luz del Monumento
y afirmada en el Arco su vocación del viento,
la flecha del Cacique se disparó al Oriente».
Caracas, 1944.
Andrés Eloy Blanco
1 El Nacional, Caracas, 3 de agosto de 1944, p. 19.