SONETOS DEL CREPÚSCULO 1
TERCER SONETO DEL CREPÚSCULO
¡Dulce romanticismo de la tarde que muere!
En pleno cielo el monte clava un puñal de luz:
en el pecho brillante de la tarde aparece
la sangre coagulada sobre el corpiño azul.
¡Ojos tristes y oscuros como un rincón de iglesia!
¡Amorosa hermanita del amante Jesús!
También arde un crepúsculo de sangre por tus venas
y por tu alma, gemela del alma de La Cruz.
Tu boca será urna para mis desengaños…
Quiero apurar el néctar de tus diez y seis años
en la copa de oro de tus labios en flor.
Mi alma irá de bracero con la tuya, y mi brazo
forjará un nuevo ocaso, hermano de tu ocaso
en una tarde roja, con la sangre del sol.
Caracas, 1915.
Andrés Eloy Blanco
1 El Nuevo Diario, Caracas, 31 de diciembre de 1915, p. 1