MARGARITA
Del mar de los caribes, en la ruta de Oriente
surge como un navío la Isla pensativa;
trasunto del Ensueño, le dora el sol la frente...
y azul inquieto, abajo, que se arremansa arriba.
Enclavada en los siglos, el Viejo del tridente
con un lazo de perlas la retiene cautiva:
margarita agorera, margarita alusiva
que Dios enamorado deshoja en una fuente.
Como la Isla inquieta, Margarita se pierde
en el azul del Sueño tu azul, a trechos verde,
con el sol de los siglos en la frente de oro.
Y por tu mar, que ignota madreperla fascina,
pasan buzos que buscan en la paz submarina
la llave con que guarda Neptuno su tesoro.
Andrés Eloy Blanco