LA ENSEÑANZA SILENCIOSA
Dicen que dijo Lao Tse a Wen Tzu:
todas las cosas misteriosamente
son lo mismo, así que mira con fijeza
hacia delante como un ternero
recién nacido lo hace para ver
lo que parece ausente siempre ahí;
en la gentil mirada del maestro
yo imagino su amor ante las cosas
sobre todo lo terso y lo pequeño
alzándose en sus formas del vaivén
donde se gana eso que se pierde
como lo hace la brisa entre los juncos
o en el agua dejándola los juncos
pasar en un susurro ágil de amantes
que se saben opuestos sólo un rato
para afinar la voz en el concierto
y bienaventuradamente luego
tenderse juntos sin abandonar
nunca la fuente, ciertos en la voz
sincera donde lo alto y lo bajo
no se destronan ni definen entre
sí al cincelar su mutuo exceso; así
aireadas las florcitas que el granizo
agitó ayer sobre las ramas se abren
hoy en el aura nívea del manzano
donde suena gentil esa llamada
de la dulce torcaz como si fuera
la propia voz de Lao Tse a Wen Tsu
diciendo misteriosamente todas
las cosas son lo mismo, mi ternero.
Diana Bellessi