OFRENDANDO EL LIBRO
A Eros
Porque haces tu can de la leona
Más fuerte de la Vida, y la aprisiona
La cadena de rosas de tu brazo.
Porque tu cuerpo es la raíz, el lazo
Esencial de los troncos discordantes
Del placer y el dolor, plantas gigantes.
Porque emerge en tu mano bella y fuerte,
Como en broche de místicos diamantes
El más embriagador lis de la Muerte.
Porque sobre el Espacio te diviso,
Puente de luz, perfume y melodía,
Comunicando infierno y paraíso.
—Con alma fúlgida y carne sombría...
Delmira Agustini
Versión proporcionada por Dina Posada.
Incluido en Los cálices vacíos, pórtico de Rubén Darío. Primera edición: Montevideo 1913. Primera edición en la colección Torremozas: 1998. Ediciones Torremozas. Madrid.